SUS CASAS Y ESCUDOS

SUS CASAS

Las casas del casco urbano, de estilo renacentista aragonés, con galería de arquillos rematando la fachada y alero de madera labrado, se asientan en terreno quebrado, apiñadas en torno al edificio de la iglesia parroquial. El pueblo brinda el mismo conjunto de calles y de edificios apretados que se observan en el resto de los pueblos del Jiloca.  La mayoría de las casas, habitadas durante generaciones por familias de agricultores y dos o tres pastores son muy sencillas y muy funcionales, formando manzanas muy irregulares, apretadas entre sí, e incluso algunas habitaciones están escajadas en otras viviendas y la mayoría tienen los corrales en su parte trasera con alguna que otra sarmentera. Tejados con teja árabe sobre un entramado de cañizos. Las tapias de adobe.

Las paredes interiores se encalaban como medida higienica y también las fachadas para protegerlas de la climatología. El azulete se utiliza para recuadrar huecos de fachadas, ventanas y puertas. Se accedía a la vivienda por el patio, donde se guardaban los aperos, a continuación la cuadra con sus pesebres para varias caballerías y después el corral. En la primera planta estaba la cocina, el comedor, las habitaciones y las alcobas. El fuego del hogar con sus dos bancos alrededor, que buenas cenas que se comían en el aparataño de los bancos al calor del hogar, momentos inolvidables. era el centro de la vivienda. En la planta de arriba estaban los graneros, donde se almacenaba el grano, productos del tocino y otros alimentos, servía también como un pequeño almacen de la casa. En esta planta solía estar también el solanar.

Las casas, permanecían abiertas todo el día, todos los vecinos se fiaban el uno del otro y se conocían perfectamente, practicamente la privacidad era mínima. En invierno se trasnochaba después de cenar junto al fuego del hogar de algún vecino. No había televisión y las charlas eran amenas. No había tanta cultura, pero la mente estaba despierta, la elocuencia era más fluida. Ahora con los medios televisivos, hay menos conversación y con los móviles se paraliza el diálogo. Tertulias muy interesantes, comentando las noticias de actualidad o recordando tiempos pretéritos, en cualquier momento afloraba la anécdota, el chiste, que se esteriorizaba el espíritu con sus risas. Se preparaban gachas o aprovechaban para esmotar judias, garbanzos, lentejas. Cuando no había luz se utilizaba para alumbrar las velas y los candiles con el hilo de algodón y su aceite. Las casas olían a pan, a campo, y a muchos aromas más.

Ventanas y balcones, pequeños para combatir el frio y el calor. La entrada tenia puerta de doble hoja, una de ellas partida por la mitad con cerraduras de hierro con cerrojo y con su picaporte. En algunas casas, al lado de la puerta se encontraba el poyo, para ayudar a montar en las caballerías. Y muy cerca, la argolla sobre la pared para sujetar las mulas o los machos. En algunas fachadas encontramos algunas hornacinas que contienen imágenes religiosas o baldosas de cerámica con escenas religiosas. La ventanas se protegían con rejas de hierro, trabajadas a golpe de martillo por nuestro herrero Ignacio y antes, por su Padre. En los balcones, se divisan los ramos de olivo del Domingo de Ramos.

Teniamos el corral. Se criaban gallinas, en el gallinero; conejos, en el conejar; pollos, tocinos, en la pocilga; cada jamilia criaba uno o más tocinos. Habían que echarles de comer todos los días, a las gallinas pienso, las cuales ponían sus huevos en viejos cuébanos destinados a tal fin. Los tocinos comían pastura en el gamellón. Las zorras causaba estragos entre las gallinas

Casi todas las casas tenían su bodega. Todas fueron construidas o cavadas a pico. Normalmente son pequeñas o medianas. Sitio de reunión los domingos y días festivos, para pasar un roto entre amigos o familiares echando un trago de vino acompañado de sardiñas roñosas, tomates, embutidos o de lo que cada uno se traía de casa. Era un espacio exclusivo de los hombres. Los cantos y juegos para beber vino eran frecuentes.

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SUS ESCUDOS HERÁLDICOS NOBILIARIOS

Interesantes Casas y lugares con sus excelentes escudos nobiliarios esculpidos, que sus propietarios colocaban orgullosos en las fachadas, para demostrar su condición de infanzonía y nobleza. Casi todos están labrados en alabastro.

SIGNIFICADO DE LA SIMBOLOGÍA QUE APARECEN EN LOS ESCUDOS

ÁRBOL. Símbolo de antigua y esclarecida nobleza.

ÁGUILA. Emblema de generosidad, magnanimidad y bizarría de espíritu, que desde las mayores alturas no cesa de vigilar el cumplimiento de las menores obligaciones de su cargo.

BANDERA. Señal o insignia con que se distingue a un cuerpo de tropa.

CASTILLO. Por la superioridad de su fortaleza respecto a otros edificios, denota grandeza y poder, empleado en defender a los amigos y aliados, resistiendo invencible al enemigo.

CIPRÉS. Simboliza elevados e incorruptibles pensamientos.

CONCHA O VENERA. Simboliza al caballero que, abandonando las delicias de su casa, marcha a las fronteras de sus estados para ensancharlas combatiendo. La concha o venera recuerda la batalla de Clavijo, ganada a los musulmanes en el 804, cuando los cristianos invocaron a Santiago, apareciéndose visiblemente el apóstol y ayudándoles a ganar la célebre batalla en la que sucumbieron setenta mil moros. La concha es símbolo de peregrino.

CRUZ TEMPLARIA. Símbolo de la espada de los caballeros, a quienes se concedía esta pieza cuando regresaban del combate con su espada teñida de sangre enemiga. También fue tomada la cruz como enseña por la mayor parte de los cruzados, llevándola de distinto color, según la nación a la que pertenecían: los españoles la llevaban de gules, los franceses de plata, los italianos de azur, loa alemanes de sable, los polacos de sinople y los ingleses de oro. La cruz recuerda también la célebre batalla de las navas de Tolosa en 1912. Cuando la cruz se halla disminuida a la mitad de su anchura, se llama estrecha.

ENCINA. Símbolo de ánimo fuerte y constante en heroicas acciones y empresas valerosas. Con este emblema García Jimenez, rey de Navarra, fundo la orden militar de la encina, destinada a luchar con fortaleza contra los moros. Su divisa era una encina verde y sobre ella una cruz ancorada de gules, con esta leyenda: «no temo ni a mil que me rodeen»

FLOR DE LIS. Simboliza ánimo generoso, que por agravios recibidos devuelve repetidamente sus beneficios. El origen de la flor de lis se atribuye a los soldados de Clodoveo, quienes después de la batalla de Tolviac, se coronaron con lirios en señal de victoria.

GAVILÁN. Símbolo de astucia.

LAGARTO. Símbolo de fidelidad y de afición, por la que muestra al hombre.

LEBREL. Denota ardimiento y coraje en acometer peligros, con tal decisión que precisa contener su esfuerzo.

LEÓN. Simboliza espíritu generosamente guerrero, adornado de las cualidades de vigilancia, dominio, soberanía majestad y bravura.

PERRO. Símbolo de fiel vasallo.

SOL. Símbolo propio de los soberanos y reyes, los que en su poder vivifican a todo el Estado. Es emblema de eternidad, grandeza, poder, providencia, nobleza ilustre, magnificencia, etc.

TORRE. Símbolo de generosidad, con que el caballero se ofrece al servicio de su Patria y de su Rey.

YUGO. Simboliza unidad.

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